El Benfica anunció este miércoles la destitución de Bruno Lage como entrenador tras la caída frente al Qarabag en el Estádio da Luz. La decisión fue comunicada por el presidente Rui Costa en una rueda de prensa que detuvo la agenda deportiva de la capital portuguesa y activó especulaciones sobre el futuro del banquillo, donde el nombre de José Mourinho surge con fuerza como posible sucesor.
Rui Costa apareció ante los medios apenas unas horas después de la derrota en un partido de la fase de grupos europea y ante el repunte de críticas que comenzaron a crecer por los últimos resultados. “Quiero comunicar a todos los benfiquistas que acabamos de llegar a un acuerdo con Bruno Lage, que deja de ser entrenador del Benfica hoy”, expresó el presidente del club ante una sala llena de reporteros.
El mandatario extendió palabras de reconocimiento para el técnico portugués. “Agradecer a Bruno todo lo que intentó hacer, todo lo que hizo por el Benfica, todo el esfuerzo que tuvo a lo largo de este año que representó a nuestro club, pero desafortunadamente ha llegado el momento, entendemos que era el momento de cambiar”, remarcó Rui Costa.
La directiva decidió actuar después de una semana complicada que incluyó el empate ante Santa Clara (1-1) y la derrota frente a Qarabag por 2-3 (primera victoria del equipo de Azerbaiyán en la Champions League). Según Rui Costa, “tuvimos una semana dura para todos con el partido con el Santa Clara y el del Qarabag. No hipotecamos nada, no dejamos de estar en ninguna competición, pero entiendo que es el momento de cambiar”. El presidente aseguró además que su intención es que el nuevo técnico esté sentado en el banquillo del Benfica el próximo sábado en Vila das Aves.
El club no reveló oficialmente quién ocupará el puesto principal en el cuerpo técnico, aunque fuentes de A Bola dan casi cerrado el acuerdo con José Mourinho. De confirmarse su llegada, el entrenador volvería 24 años después de su breve etapa inicial con el conjunto de Lisboa. “El nuevo entrenador será un técnico ganador”, aseguró Rui Costa, sin precisar nombres en la conferencia de prensa.
El experimentado entrenador ya supo hacer historia con un equipo portugués. En su momento dejó una huella imborrable en Porto. Allí conquistó dos Primeira Liga, una Copa de Portugal, una Supercopa de Portugal, una Europa League y una Champions League.
Bruno Lage cierra su segundo ciclo en Benfica tras llegar en septiembre de 2024 para ocupar el lugar de Roger Schmidt. En su anterior etapa, entre las temporadas 18/19 y 19/20, Lage consiguió la liga portuguesa, consolidando una reputación que le sirvió de carta de presentación. En este regreso, el entrenador obtuvo para las Águilas una Copa de la Liga y una Supercopa, finalizando segundo en la última edición del campeonato de primera división, superado por el Sporting.
Su campaña incluyó momentos destacados como la clasificación a la Champions League luego de eliminar al Fenerbahce dirigido por Mourinho (1-0 y 0-0) y la conquista de la Supercopa ante el Sporting de Portugal. Pese a estos logros, los tropiezos recientes redujeron el margen de confianza. La eliminación en octavos de final de la edición anterior de la Champions frente al Barcelona y la derrota ajustada en la prórroga ante el Chelsea en el Mundial de Clubes completaron un curso marcado por contrastes.
El futuro inmediato del banquillo parece vincularse con el regreso de José Mourinho, quien actualmente se encuentra libre después de dirigir al Fenerbahce, equipo que lo cesó tras la eliminación en la previa de Champions, precisamente frente al Benfica que hoy podría volver a dirigir. Mou tiene una breve experiencia anterior en el club lisboeta, cuando sumó seis victorias, tres empates y dos derrotas en la temporada 2000/01.
La derrota 3-2 ante Qaragab fue un duro golpe para Benfica, que se retiró del campo silbado por sus aficionados, lo que desencadenó en un profundo mea culpa del defensor Nicolás Otamendi, uno de los referentes del equipo. “Es un resultado doloroso. Todos necesitamos hacer autocrítica. No es momento de señalar a nadie, sino de reaccionar. Tenemos que trabajar duro, dar la cara y mirar hacia adelante. Tenemos que disculparnos con quienes pagan las entradas para vernos jugar, para ver al equipo ganar y jugar bien. Desafortunadamente, las cosas no van bien”, manifestó.
“La temporada aún está empezando y el camino va a ser largo. Si hubiéramos ganado, nadie nos habría garantizado el pase a la siguiente fase”, manifestó. Y luego, añadió: “Si vas ganando 2-0 y te meten un gol de pelota parada en la primera parte, siempre te afecta. Tenemos que trabajar aún más duro. Los partidos en casa deben ser un infierno para los rivales, y tenemos que mejorar”.
Para cerrar, le dedicó unas palabras a los hinchas: “La afición tiene todo el derecho a silbar. Son ellos quienes pagan las entradas. Tenemos que trabajar duro toda la semana para ganar y dar un buen espectáculo. Aquí nadie gana solo, y cuando ganamos, ganamos todos, porque somos un equipo”.
Benfica, además de Nicolás Otamendi, dentro de su plantilla cuenta con los argentinos Enzo Barrenechea y Gianluca Prestianni.