Entrevista con Robert Kubica, el piloto que se salvó de morir dos veces y fue campeón mundial: “Luché por estar vivo”

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Robert Kubica celebrando su triunfo en las 24 Horas de Le Mans (Photo Julien Delfosse / DPPI)

La mano derecha de Robert Kubica es la muestra de alguien que le vio la cara a la muerte. El piloto es una suerte de Niki Lauda moderno, ya que sufrió dos gravísimos accidentes, uno en la Fórmula 1 y otro en rally, que tranquilamente podrían haberle costado la vida. El segundo incidente fue el más duro porque truncó una trayectoria en la Máxima, donde llegó a estar en el radar de Ferrari luego de su victoria con Sauber-BWM en Canadá 2008, el mismo lugar donde un año atrás su impacto le paró el corazón a todos. Salió adelante como un ejemplo de resiliencia y este año logró ganar las 24 Horas de Le Mans.

El polaco, de 40 años (07/12/1984), se apoyó en su fe por Juan Pablo II en momentos críticos de su campaña deportiva, pero principalmente en su vida. De hecho, en diálogo con Infobae admitió que “luché más por estar vivo que por recuperarme” luego de su choque en el Rally de Andorra en 2011, donde tras impactar contra el guardarraíl, las hojas de metal atravesaron su Skoda Fabbia S2000 y pudo contarla, con el riesgo de amputación de su mano derecha.

Los meses de recuperación le costaron su continuidad en la F1 en su mejor momento. Se reinventó de forma regular en el mundo de los derrapes y en 2013 fue campeón mundial de Rally 2, que es la segunda divisional del certamen ecuménico. Luego de un retorno con más pena que gloria a la F1 en 2019, con un equipo Williams que en ese momento era el peor del certamen, pasó a ser piloto de pruebas de Alfa Romeo (Sauber) en 2021. Al mismo tiempo incursionó en el mundo de la resistencia y fue campeón europeo en LMP2. En esa clase, dos años más tarde fue campeón mundial. Eso le valió la gran revancha en su campaña: fue incorporado al equipo AF Corse de Ferrari en Hypercar, la divisional más importante del Campeonato Mundial de Endurance (WEC).

Esta temporada comparte la conducción de una Ferrari 499P con el inglés Philips Hanson y el chino Ye Yifei. Lograron un triunfo histórico en las 24 Horas de Le Mans, carrera que Kubica definió ya que manejó el último turno. Ocupan el segundo lugar en el torneo y luchan por el título. En la última fecha corrida en Brasil, en el marco de las 6 Horas de San Pablo, este medio habló con Kubica, cuya historia es de película.

-¿Cómo fue la definición de Le Mans?

-Estaba feliz, pero también cansado. Fue una carrera larga. Conduje más de tres horas y media. Luego de la carrera me encerré en una habitación durante media hora, solo para relajarme, pero por supuesto no fue posible, lo cual es normal cuando ganas y tienes muchas cosas que hacer: hablar con los medios, atender compromisos, tienes muchas, tienes cosas que hacer y de hecho duró más de una semana el “después de Le Mans”. Fue muy emotivo y siempre lo llevaré conmigo.

-¿Pensabas que te iba a costar tanto?

-Es la carrera de resistencia más importante del mundo. Así que para un piloto de resistencia no se puede aspirar a algo más. Ganar Le Mans significa hacerlo en una carrera única. Todas las carreras son desafiantes, pero Le Mans ha sido una especie de objetivo desde que empecé en endurance en 2021. Así que el triunfo llegó en mi quinta edición.

-¿Qué lugar tendrá en tu vida el triunfo en Le Mans?

-Estará en cada momento de mi vida. Cuando reflexione sobre Le Mans, tendré buenos recuerdos y emociones. Soy el tipo de persona que no exagero. Así que tampoco celebré demasiado. Por supuesto, estaba feliz, pero al final, como piloto de carreras, mi personalidad es pensar en lo que sigue y en la siguiente carrera.

-¿Podrías compararlo con tu anterior victoria en la Fórmula 1?

– Sí, creo que sí. Es justo decir que, en ambas etapas de mi carrera, cuando competía en la F1, el objetivo era, por supuesto, ganar y luchar por el Campeonato Mundial. Conseguí ganar una carrera. No logré ganar el campeonato, pero en 2008 lideraba el campeonato. En ese momento, aunque ya han pasado 17 años, no podía aspirar a más. Lo mismo en Le Mans. Al final, como piloto de resistencia, en la etapa en la que estoy, desde 2021, no puedes aspirar a un éxito mayor. Han pasado 17 años. Muchas cosas en la vida cambian, tu percepción es diferente. Pero definitivamente ambas victorias siempre tendrán un lugar en mi corazón.

El paseo triunfal en Le Mans (Photo Fabrizio Boldoni / DPPI)

-¿Cómo encarás esta segunda parte del campeonato?

-Por razones puramente estadísticas, sin duda ganar en Le Mans ayudó porque da muchos puntos. Así que Le Mans siempre es un punto de inflexión. Si necesitas recuperarte, si tienes un buen Le Mans, lo logras. Si tienes un mal Le Mans como el del año pasado, donde abandonamos, tu temporada está prácticamente acabada. Así que, sí, ahora estamos en segunda posición en el campeonato. Claro que fue importante después de Spa-Francorchamps, donde tuvimos un problema técnico y no sumamos ningún punto, sumar muchos puntos en Le Mans para mantener las esperanzas y seguir luchando por el campeonato. Entonces, mirando hacia la segunda parte del año, donde se esperan carreras más complicadas para nosotros espero poder sumar muchos puntos.

-¿Qué diferencias hay entre F1 y WEC?

-El enfoque es completamente diferente; son categorías diferentes, así que también hay que tener habilidades diferentes como piloto. Claro, al final es lo mismo: tienes que conducir el coche lo más rápido posible. Pero en las carreras de resistencia, quizás se requieran habilidades ligeramente diferentes, o algunas características sean más importantes que, por ejemplo, en la F1 y viceversa. En la F1 se requieren características diferentes a las de un piloto de resistencia. Pero, como dije, al final es completamente diferente, así que el estilo de conducción también es bastante diferente.

-¿Cómo es tu relación con tu ingeniero?

-En mi caso, soy un poco de la vieja escuela. Siempre he dicho y pensado que mi ingeniero de carrera es mi ojo y mi cerebro fuera del coche. Así que la relación entre ambos debe ser de total confianza, lo cual a veces no es fácil, especialmente hoy en día, cuando en el automovilismo se hacen muy pocas pruebas. Muchos ingenieros y en especial los jóvenes, confían demasiado en los números que ven en la simulación, en los datos, olvidando que existe el factor humano, que al final es una persona al volante, no simulaciones. Esta es una parte un poco difícil pero, estrictamente hablando, creo que es es una relación difícil, pero tienes que construirla sobre la confianza y mucho diálogo. Creo que, actualmente, en una parte de las reuniones, hay muy poca conversación entre los integrantes de un equipo en el automovilismo, lo cual es una pena. Así que, más allá de la frialdad de los datos, pienso que siempre es necesario hablar. A veces ves algo en los datos y hay que entender qué está sucediendo. Hasta creo hay un aspecto psicológico que mucha gente subestima.

El choque en Canadá 2007 en la F1 fue espectacular, pero no pasó a mayores. Aunque el 6 de febrero de 2011 tuvo otro accidente en una carrera de rally, donde el guardarrail atravesó su auto. Tuvo riesgo de una amputación, pero luego de tres operaciones los cirujanos pudieron salvarle su mano derecha. Sus lesiones lo dejaron abajo de la Máxima y se aferró más que nunca a Juan Pablo II. Desde el hospital le pidió al arzobispo de Cracovia alguna reliquia del Sumo Pontífice polaco, para que lo acompañe en el proceso de recuperación que incluyó más de 30 operaciones. El cardenal Stanisław Dziwisz accedió a su pedido y le entregó dos reliquias, un pedazo de sus túnicas papales y una gota de sangre en un medallón de oro.

-¿Cómo te recuperaste de tus graves accidentes?

-En el de la F1 no fue nada porque al otro día estaba trabajando y no tuve problemas. Pero el de 2011 fue un momento complicado y lo ha sido durante muchos años con la recuperación, con muchas etapas diferentes. Pasé por diferentes etapas. Primero que todo, fue más luchar por estar vivo que intentar recuperarme de la mejor manera posible y luego intentar volver a correr. Por otro lado, también hubo batallas mentales, que probablemente fueron más intensas por mi parte porque al final el aspecto físico son los médicos los que se ocupan de ello. Tu mente es tu cerebro, así que ha sido un período difícil, pero aprendí mucho como persona, como ser humano. Me cambió mucho, también para ver las cosas de otra manera, probablemente para apreciarlas más. Y sí, ha sido difícil en algunos aspectos, pero por otro lado, me alegra que haya terminado. Pero creo que soy mejor persona, así que creo que logré extraer algo positivo de momentos muy negativos.

-¿Qué importante fue para vos Juan Pablo II?

– Creo que Juan Pablo II hizo mucho por nosotros, los polacos, por nuestro país. Creo que, más que nada, como persona, como ser humano, y creo que Polonia, donde está ahora, se lo debemos en gran medida a Juan Pablo II. Y como tenía sus iniciales y su nombre en el casco cuando murió, claro, cuando tuve un accidente en Canadá, surgieron muchas historias y cosas así. Sigo creyendo que, como país y como polaco, tenemos que agradecerle mucho y le debemos mucho.

Robert Kubica en acción en Interlagos (Photo Julien Delfosse / DPPI)

-¿Sientes que tus logros son más valiosos después de haber pasado por todo lo que has pasado?

-Muchas cosas que no están en el libro de resultados ni en las estadísticas quedan más para el ser humano, porque sé cómo estaba y cuánto me costó y lo difícil que fue. Así que al final, desde el punto de vista personal, estaba tan en el fondo que para competir, ha sido una lucha consecutiva, pero también logros personales consecutivos. Fueron pequeños pasos difíciles de dar. Creo que mi mayor logro personal fue volver a la parrilla de la F1 en 2019, pese a que fue un año difícil con Williams. Estuve alejado de la categoría durante ocho años y logré regresar. Pero, claro, los resultados y el aspecto deportivo lo cubrieron todo. Pero sigo creyendo y estaré siempre agradecido a Williams por darme la oportunidad de vivir esas emociones y tener este logro grabado en mi mente.

-¿Crees que tus logros en la vida son más valiosos o más grandes que los deportivos?

Puedo decir que sí, porque, en primer lugar, nunca habría logros deportivos si no hubiera logrado mis objetivos personales en estos últimos 10 años. Desde 2011 en adelante. Al final, los resultados deportivos dependen de muchas cosas, pero los logros me los propongo para dar pasos adelante.

-Y ese logro dependió vos…

-Sí, dependió principalmente de mí, y no ha sido fácil. Entonces estoy más orgulloso de esto que, por ejemplo, que de ganar la carrera.

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