El documento revelador sobre las razones detrás del despido de Horner de Red Bull que sacudió a la Fórmula 1

0
4

Christian Horner junto a Chalerm Yoovidhya y su esposa Daranee Yoovidhya. La familia tailandesa fue clave para sostener al británico en Red Bull (REUTERS/Hamad I Mohammed)

El despido de Christian Horner como jefe de Red Bull Racing generó impacto en el mundo de la Fórmula 1 y abrió interrogantes sobre las razones que llevaron a los directivos de la empresa de la bebida energizante a tomar la decisión de prescindir del hombre que estuvo 20 años como el encargado de dirigir al equipo en la Máxima. Un documento societario presentado en Austria revelaría que la salida abrupta de Horner podría estar directamente vinculada a un cambio en la estructura de propiedad de la empresa matriz, Red Bull GmbH.

Según la investigación a la que accedió el medio especializado Planet F1, la reconfiguración accionaria de Red Bull GmbH quedó asentada ante el Tribunal Regional de Salzburgo el 31 de mayo. En dicha presentación, se confirma la eliminación de la participación personal del 2% que hasta ese momento estaba en manos de Chalerm Yoovidhya, miembro principal de la familia tailandesa fundadora del emporio. Esa fracción accionista ya fue transferida a la sociedad suiza Fides Trustees SA, una fiduciaria privada dedicada a la gestión de activos e inversiones.

Desde la fundación de Red Bull GmbH en 1984, la familia austriaca Mateschitz y la familia tailandesa Yoovidhya compartieron el control de la empresa mediante un acuerdo simétrico: cada una contaba con el 49% de las acciones y un 2% adicional pertenecía personalmente a Chalerm Yoovidhya. Este diseño otorgaba a los Yoovidhya una mayoría efectiva (51 por ciento) y, en consecuencia, un peso determinante en la toma de decisiones, incluso por encima de la parte austríaca.

A partir de la muerte de Dietrich Mateschitz en 2022, el 49% de la parte austríaca pasó a control de su hijo Mark, y tanto el consejo de administración como la estructura ejecutiva se reconfiguraron. De esta manera, Franz Watzlawick fue designado como director general, Alexander Kirchmayr asumió la dirección financiera y Oliver Mintzlaff quedó a cargo de proyectos e inversiones corporativas. Este último fue el encargado de firmar el reporte en el que se hizo oficial la salida de Horner de la estructura del equipo de F1.

En este contexto, y según el análisis que llevó adelante el medio especializado del deporte motor, la permanencia de Horner como jefe de Red Bull Racing dependió durante meses del soporte explícito de la familia Yoovidhya. Voces del sector sugieren que el británico había perdido el apoyo del nuevo liderazgo austríaco tras el relevo generacional, pero resistía en el cargo gracias al respaldo de los accionistas tailandeses, que ostentaban el control mayoritario.

Horner se despidió del paddock de la F1 tras 20 años como jefe de Red Bull. ¿Volvera?

Hay que recordar que la caída de la imagen de Horner comenzó antes del comienzo de la temporada 2024 cuando una noticia publicada por el medio neerlandés De Telegraaf contó que el jefe del equipo le habría enviado “mensajes sexuales” a una empleada que luego lo denunció. La investigación por “conducta inapropiada” generó un terremoto interno, que no se detuvo con la absolución del CEO de la escudería. El día después, se filtraron mensajes por WhatsApp y fotos de las supuestas conversaciones que llegaron hasta las manos de las personalidades más relevantes de la F1 fuera de pista: el presidente de la FIA Mohammed Ben Sulayem y a la del director ejecutivo y presidente de la Fórmula 1 Stefano Domenicali.

Además, la lucha de poder con el asesor Helmut Marko, declaraciones cruzadas con el Jos, el padre de Max, y la decadencia deportiva que comenzó a partir del año pasado con la racha de 10 carreras sin ganar del campeón del mundo y salida de Checo Pérez a pocos meses de haber firmado una renovación tras malos resultados, detonó un conflicto mayor.

La presencia pública de Chalerm Yoovidhya y su familia en eventos recientes, como el Gran Premio de Austria, y su trato cordial con Horner, reforzaban esa impresión de protección. En medio de la grilla, el trío se tomó una foto para mostrar el apoyo hacia el ex piloto.

La transferencia del 2% personal de Chalerm Yoovidhya a Fides Trustees implicó un cambio crucial. Por primera vez en la historia de la compañía, la familia tailandesa dejó de ser mayoritaria, igualando el peso accionario de ambos bandos. Con ese equilibrio, la parte austríaca obtuvo el margen para reabrir el debate sobre la continuidad de Horner, ahora privado del “escudo” que le brindaba la mayoría de los Yoovidhya.

Nueve días después de la carrera en el circuito Red Bull Ring, Horner fue despedido del puesto de director de equipo y consejero delegado. La reacción interna sugirió sorpresa entre colaboradores y analistas, ya que hasta entonces, el hombre que había logrado la conquista de ocho títulos de pilotos -incluídos los cuatro al hilo de Max Verstappen- y los 6 de Constructores parecía contar con la protección necesaria para seguir al frente de la escudería, incluso ante las reticencias de Mark Mateschitz y la dirigencia austríaca.

La celebración de Red Bull en Japón tras el triunfo de Verstappen. Una de las últimas victorias de Horner en la F1 (REUTERS/Issei Kato)

La eliminación de la mayoría tailandesa plantea la posibilidad de que la decisión sobre Horner haya sido adoptada en función de derechos de voto específicos o por mayoría simple, una opción que antes estaba descartada. No obstante, la operación podría incluir objetivos fiscales o patrimoniales, ya que el traslado a una sociedad fiduciaria como Fides Trustees podría conservar los derechos de voto en manos de los Yoovidhya mediante un acuerdo privado de delegación, y no únicamente la titularidad formal de las acciones.

Para resumir, el despido de Horner puede entenderse no sólo por motivos deportivos o comerciales, sino como resultado de una reconfiguración del poder dentro de un equipo que se ganó el derecho de ser nombrado en los últimos tiempos como el más poderoso y ganador de la máxima categoría del automovilismo mundial. El documento presentado en Austria expone una transformación sustancial en la arquitectura societaria de Red Bull GmbH, que terminó con el tradicional predominio de la familia tailandesa y readaptó la influencia entre ambos accionistas fundadores. Esta nueva realidad abrió la puerta a decisiones corporativas que hasta hace pocas semanas parecían imposibles y deja abierta la incógnita sobre el rumbo futuro de Red Bull Racing en el planeta de la Fórmula 1.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí