Lo dice el propio Eben Upton, uno de los fundadores del proyecto Raspberry Pi: la nueva computadora de escritorio en la que todo el hardware está bajo el teclado es un homenaje a las computadoras hogareñas de los 80s, tipo la Commodore 64, en las que gabinete y teclado eran la misma cosa.
Así es la nueva Raspberry Pi 500+, una computadora todo-en-uno (o casi todo-en-uno, porque le falta la pantalla) que esconde, bajo un teclado mecánico, una Raspberry Pi 5, la más reciente versión de las mini computadoras, que a diferencia de las versiones tradicionales está pensada para funcionar como un equipo de escritorio para la oficina o el hogar: tiene un chip ARM de cuatro núcleos y viene con 16 GB de RAM (el doble que el modelo estándar) y un SSD convencional de 256 GB, que puede ser reemplazado por otro de mayor capacidad.
Bajo el teclado, y soldado al motherboard, está el resto de los componentes: las salidas HDMI para usar dos monitores con resolución 4K, Wi-Fi, Bluetooth, Ethernet Gigabit, puertos USB, la ranura microSD y más.
El teclado es mecánico, tiene luces RGB y las teclas tienen un diseño estándar, por lo que pueden ser reemplazadas por otras (para poner el teclado en español, por ejemplo).
Obviamente, puede correr múltiples distribuciones de Linux además de Raspberry Pi OS; instalar Windows 11 para ARM en el equipo es técnicamente posible, pero con muchas limitaciones por ahora.
El teclado con Raspberry Pi 5 incorporada tiene un precio internacional de 200 dólares.