Teléfonos encendidos en el discurso de Javier Milei en Moreno en la noche del miércoles, en el cierre de la campaña bonaerense, en el cóctel agasajo a Heidi Gómez Rápalo, la encargada de negocios de la embajada norteamericana en Buenos Aires -en los hechos, la jefa de misión-, en el departamento porteño del diputado provincial Fabián Perechodnik, frente a la plaza Vicente López, con nutrida concurrencia.
Nativa americana, hija de hondureños, en perfecto español y reservada en sus comentarios y en la turbulencia política por la que atraviesa el Gobierno, la diplomática alzó la copa para agradecer al anfitrión y a su hija Sofía, y resaltó la fuerte conexión que la une con el país, producto no solo de su paso anterior -entre el 2006 y el 2009, como consejera política adjunta del embajador Earl Anthony Wayne– si no por un anécdota personal: su marido le pidió compromiso hace ya años en el jardín japonés, en Palermo.
Escuchaba con atención una variada asistencia con buena concurrencia de la administración porteña, representada por Clara Muzzio, Gabriel Sánchez Zinny, Horacio Giménez, Gustavo Arengo y Fulvio Pompeo, que realizó gestiones para que próximamente la diplomática se encuentre con el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri. También la ex ministra Carolina Stanley y Federico Salvai; Leonardo Cifelli, a cargo del área de Cultura bajo las órdenes de Karina Milei; el empresario Martín Cabrales y Ezequiel Herszage, de IRSA; Inés Weinberg de Roca, del TSJ porteño; el diputado Damián Arabia -exultante con la expulsión macrista del PRO-, y Nahuel Sotelo, secretario de Culto y Civilización y candidato a legislador bonaerense de la tercera sección electoral, único representante de las desanimadas Fuerzas del Cielo que aún no sabe qué será de su futuro.
Empanadas y bocaditos de queso azul en bandejas informales, la crisis del programa económico y político del Gobierno se coló como tema principal del menú de conversaciones, y expectativa creciente respecto del resultado electoral de hoy, con una coincidencia generalizada de una performance poco favorable para La Libertad Avanza, con disparidad en torno a la brecha de votos. Gómez Rápalo prestaba atención a los corrillos, en momentos de versiones cruzadas sobre el vínculo entre el Gobierno y la gestión norteamericana, cuyos funcionarios a cargo de la región siguen con especial atención los acontecimientos locales y la situación del programa fiscal, y económico, de Milei y Luis Caputo, “Toto”, que viajó con el presidente a Los Ángeles para persuadir a un grupo de empresarios e inversores de las bondades que, según él, todavía ostenta el plan libertario.
El Ministerio de Economía es un hervidero. Plagado de rumores alrededor de la fenomenal suba de las tasas de interés, más allá de la defensa cerrada que el Presidente realizó sobre su ministro estrella en la última velada de Olivos de hace semanas, con diputados del PRO y LLA, antes de la proyección de “Homo Argentum”, cuando disipó las especulaciones por el futuro del equipo económico. En el quinto piso de Economía, por el contrario, ya es vox populi la incorporación no tan reciente pero cada vez más comentada de Cristóbal Caputo, “Tobal”, hijo del ministro, que entra y sale a diario del despacho principal del ministerio, con pasado de trader y asesor financiero en Balanz Capital y funciones cada vez más relevantes como asesor estrella de su padre, sin cargo formal. Un articulador de diversas áreas, a tiempo completo.
PBA, ¿y después? El miércoles, a la misma hora del coctel diplomático de la capital, la cúpula del gobierno se trasladó por tierra hasta las calles de tierra de Moreno para un cierre de campaña que no explotó en cantidad de asistentes y que, según los asistentes, no tuvo el clima optimista de otras veladas. Sin participación de Las Fuerzas del Cielo, Karina Milei, “El jefe”, ordenó a discreción las presencias sobre el escenario mientras su hermano hacía su entrada triunfal en el potrero de Villa Ángela, y Ramón Vera, “El nene”, puntero zonal, desplegaba sus dotes de anfitrión y jefe territorial, a cargo de la organización logística y política del evento. Un rato antes, Demian Reidel, de quien ya se publicó en esta sección que había empezado a ensayar un acercamiento con la hermana presidencial para contrarrestar la avanzada del consultor Santiago Caputo, sorteaba barro y charcos, vestido de traje y zapatillas junto a otros funcionarios.
Más allá de la concentración conjunta en la elección de este domingo, antecedida por una batería de escándalos, audios viralizados y derrotas parlamentarias, la interna puertas adentro, en el seno de LLA, sigue tan vigente como siempre. Uno de los últimos, el jueves, por el desagradable y repudiable posteo de Daniel Parisini, “El Gordo Dan”, contra el senador Luis Juez por su rechazo al veto de discapacidad, motivó todo tipo de repudios. Públicamente, de Guillermo Francos. En privado, hubo llamados al senador cordobés, no solo del jefe de Gabinete, también de la propia hermana del Presidente. La Secretaria General de la Presidencia está furiosa con ese grupo. No tanto con Santiago Caputo, pero sí con el resto. Parisini y Agustín Romo, por ejemplo, este último cada vez más caído en desgracia. Pero en las últimas semanas empezaron a circular, además, divergencias en el grupo de consultores que se hizo cargo de la estrategia comunicacional, en especial entre sus principales socios. Propiciada, según trascendió, por cortocircuitos en la gestión. ¿Rumores de salida, rechazados rápidamente de cuajo, en torno al ministro Mario Lugones pudieron tener que ver con eso? El funcionario, dicen en su entorno, está firme. Podría de hecho viajar con Milei a los Estados Unidos hacia fines de mes, para la presentación en Manhattan para la asamblea anual de Naciones Unidas.
Las filtraciones recientes alimentan la paranoia creciente, promocionada oficialmente por la confirmación de grabaciones supuestamente clandestinas en Casa Rosada y en la Presidencia de la Cámara de Diputados. Se sospecha de empleados infieles y dirigentes de la nueva oposición. Los filtros que el Gobierno trató de propiciar, al menos públicamente, después del verano cuando estalló el caso $LIBRA, a propósito de las reuniones mantenidas por el Presidente y la cúpula libertaria no se instrumentaron. Hace dos viernes, por caso, Martín Menem, jefe de la Cámara abaja, recibió en su despacho a una abogada que no conocía, y que llegó a su encuentro por consejo de un legislador. En un momento de la charla, le sacó el tema de los audios de Diego Spagnuolo que salpicaron a la familia Menem. La conversación terminó a los pocos minutos. Una visita extraña que, para colmo, se filtró extrañamente a la prensa ese mismo día.
El Gobierno, de todos modos, no es el único espacio atravesado por fuertes internas: en el peronismo K de la provincia de Buenos Aires la tensión es aún indisimulable y del resultado de este domingo dependerá el futuro de varias relaciones a partir de este mismo lunes.
Axel Kicillof puso en juego su proyecto 2027. Hasta ayer tenía previsto, si el resultado acompaña, encabezar esta noche, pasadas las 22, un acto callejero, en las inmediaciones del Teatro Argentino, con intendentes, ministros y organismos de Derechos Humanos, con él como orador de cierre, sobre un escenario montado para la ocasión y la necesidad de capitalizar un triunfo que le de aire a su plan presidencial.
Del resultado de hoy dependerá entonces no solo la convivencia futura con La Cámpora, con Cristina y Máximo Kirchner y el Frente Renovador de Sergio Massa, y tal vez con algunos funcionarios que integran el gabinete provincial, sino también podría servir como prenda de negociación para los próximos meses en la Legislatura, antes del recambio del 10 de diciembre, para la serie de reformas y nombramientos que siguen pendientes y que mantienen en vilo al sistema político bonaerense.
Kicillof tiene pendiente de envío a la Legislatura del endeudamiento provincial, atado, según trascendió, a designaciones en organismos bonaerenses como el Banco Provincia, a nombramientos en las cuatro vacantes de la Suprema Corte provincial, y a la posible reforma de la prohibición de re-reelección de los intendentes. En la Provincia hay apuro para sacar algunos de esos antes del recambio del 10 de diciembre, pero dependerá del resultado de hoy. Del empoderamiento, o no, que reciba el gobernador. Hubo negociaciones que se estancaron en los últimos tiempos por la campaña electoral. Pero ya circulan candidatos para la Corte. Por ejemplo, Andrés Soto, auspiciado por Cristian Ritondo. En el caso de la re-re de los intendentes, podría quedar para más adelante. No hay tanto apuro ya.
Estará vinculado, por caso, a la disputa interna en el seno del peronismo. A la puja entre el gobernador y La Cámpora, y a la dispersión entre los intendentes, que, dentro de la Legislatura, siguen, en parte, representados por Martín Insaurralde que, como se reveló aquí, atiende en sus oficinas frente al Teatro Colón de la capital y en un despacho que se le acondicionó en un parque público de Lomas de Zamora, y que utiliza semanalmente.
CABA, presente y futuro. Al Colón, casualmente, se trasladó lo más selecto del círculo rojo empresarial, político y judicial para el aniversario del diario Clarín. Pasó desapercibida la presencia de Fabián Rodríguez Simón, “Pepín”, histórico operador judicial del PRO, que volvió a mostrarse en un evento público tras su vuelta a Buenos Aires, su paso por Comodoro Py y su reclusión en Montevideo. Lo que sí se advirtió, sin embargo, fueron los recelos en la cúpula macrista entre viejos socios como Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta, que apenas se prodigaron un saludo a la distancia, y los resquemores entre el ex presidente y su primo Jorge, muy evidentes. En ronda con empresarios, el jefe del PRO no disimuló, en tanto, sus críticas a la administración libertaria.
Con de viaje por el exterior, en el corazón de la administración porteña arrecian versiones sobre posibles cambios en el esquema de toma de decisiones de la gestión local. Se mencionaría, además, la posible incorporación de un hombre fuerte de los medios a la mesa estratégica de la calle Uspallata. Empieza a hacerse cada vez más palpable el temor a un cambio de rumbo en la capital en el 2027, en manos de Patricia Bullrich o de LLA.
Por eso comenzaron a cotizar un poco más las acciones de Rodríguez Larreta, al que el ex presidente ya no mira con tanto desprecio, después de haber salido airoso de las elecciones de mayo. Por algo el ex jefe de Gobierno no auspició una oferta moderada con Facundo Manes en el centro de la escena, tampoco con el protagonismo de Martín Lousteau, que el jueves, en el Senado, se pronunció en contra de la decisión del polémico juez Alejandro Maraniello de prohibición de la difusión de los audios grabados de Karina Milei mientras que el bloque radical votó en contra de un proyecto de resolución en la Legislatura.
La Legislatura porteña es seguida con atención por la administración PRO por el recambio de diciembre. Es que, en términos parlamentarios, Rodríguez Larreta procurará aumentar su margen de acción con un bloque lo más nutrido posible. A la alianza con Graciela Ocaña, de Confianza Pública, se sumarían hacia fin de año -podría ser incluso antes del recambio del 10 de diciembre- los legisladores Eugenio Casielles, viejo socio de Ramiro Marra, y Edgardo Alifraco, del MID del pragmático Oscar Zago. Este último, padre de Macarena, estrecha colaboradora del consultor Caputo.