Cómo es el mecanismo financiero con el que EEUU podría aportar USD 30.000 millones a la Argentina

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Javier Milei viajará a Nueva York para participar en la Asamblea de la ONU y reunirse con Donald Trump (Casa Blanca)

El presidente Javier Milei confirmó en Córdoba que mantiene negociaciones con el Tesoro de Estados Unidos por un préstamo país-país. Si bien la noticia ya circulaba en los mercados, lo novedoso es el instrumento que se evalúa: el Fondo de Estabilización del Tesoro (Exchange Stabilization Fund, ESF), una herramienta financiera de uso excepcional en la política económica estadounidense.

“Sí estamos trabajando muy fuertemente, estamos muy avanzados”, aseguró el Presidente. Recordó que en 2025 vencen USD 4.000 millones en enero y USD 4.500 millones en julio, lo que motivó la búsqueda de una cobertura financiera anticipada.

Un fondo con historia

El ESF fue creado en 1934 mediante el Gold Reserve Act. Desde entonces, el secretario del Tesoro tiene una discrecionalidad considerable para decidir su utilización. Según explica la propia autoridad estadounidense, el fondo está compuesto por dólares, divisas extranjeras y Derechos Especiales de Giro (DEGs), la unidad de cuenta del Fondo Monetario Internacional integrada por dólares, euros, libras esterlinas, yenes y yuanes.

Su función es múltiple: intervenir en los mercados cambiarios, comprar o vender divisas y, de manera excepcional, otorgar financiamiento a gobiernos extranjeros. La primera vez que se usó fue en 1934 para sostener al dólar frente al franco francés. Más adelante, en los 40s y 50s del siglo pasado, también asistió a países latinoamericanos como México y Brasil. En los 60s fue un instrumento central para defender la paridad del dólar en momentos de tensión.

En 1995, Bill Clinton autorizó un paquete de USD 20.000 millones para México

El antecedente más recordado ocurrió en 1995, cuando el presidente Bill Clinton autorizó un paquete de USD 20.000 millones para México en plena crisis del “tequila”. Ese programa incluyó préstamos y garantías, condicionados al cumplimiento de metas como el ajuste fiscal y la suba de tasas de interés. México devolvió los fondos en 1997, tres años antes de lo previsto, e incluso pagó USD 500 millones en intereses.

Un estudio del Peterson Institute for International Economics calculó que entre 1994 y 1995 hubo seis anuncios de apoyo del ESF a México, por un total de USD 41.800 millones, cifra que a valores actuales supera con creces los USD 30.000 millones en discusión para la Argentina.

En cualquier caso, la eficacia del Fondo de Estabilización depende en gran medida de que su anuncio disuada a los mercados de apostar contra los activos del país al que EEUU decide auxiliar. En definitiva, la eventual magia del Fondo de Estabilización es que no sea necesario recurrir a él, como ocurrió en buena medida en el caso de México.

El vecino sureño de EEUU hizo uso del ESF en un primer momento, pero luego de saldarlo la parte que usó no necesitó recurrir a los tramos superiores. A posteriori, tuvo sucesivos acuerdos de la “Línea de Crédito Flexible” del FMI, con efectos similares: se anunciaron por sumas enormes, a las que el gobierno mexicano no necesitó recurrir. Para eso, claro está, también es necesario disponer de una política económica convincente y sostenible.

El respaldo político

La posibilidad de que el ESF se active para Argentina está ligada a la relación entre Milei y Donald Trump. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, ya había mencionado en abril que la línea estaba disponible “si Argentina lo necesita y Milei mantiene el rumbo”. Esa declaración ocurrió en una reunión con inversores en Washington y dejó abierta la puerta a un apoyo directo de la administración republicana.

Trump considera a Milei su principal aliado regional y decidió reunirse con él en Nueva York, en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas. La Casa Blanca confirmó el encuentro bilateral, que se sumará a la agenda del mandatario estadounidense, ocupado además por reuniones con Volodimir Zelenski y Benjamín Netanyahu.

El vínculo entre ambos presidentes se proyecta más allá de la coyuntura financiera. Washington busca limitar la creciente influencia de China en América Latina y en particular en Argentina, donde el swap de monedas con el Banco Central y las inversiones en infraestructura han reforzado la presencia del gigante asiático. En varias reuniones, funcionarios norteamericanos advirtieron a Milei sobre “la excesiva influencia del Partido Comunista de China” en licitaciones nacionales y provinciales.

Milei y Trump reforzaron su vínculo político en Nueva York, en el marco de las negociaciones por un préstamo especial del Tesoro de Estados Unidos (Reuters)

En este marco, un eventual préstamo del ESF tendría una doble lectura: no solo como un auxilio financiero, sino también como un gesto geopolítico en la disputa con Beijing.

El calendario de vencimientos

La magnitud del préstamo se explica por el peso de los compromisos que enfrenta la Argentina en los próximos dos años. Según datos oficiales, entre octubre de 2025 y junio de 2026 el país deberá pagar:

  • A organismos multilaterales, USD 2.295 millones en el último trimestre de 2025 y USD 7.521 millones en 2026. De ese total, casi la mitad corresponde al FMI (unos USD 3.413 millones).
  • En bonos y letras, vencimientos por USD 10.718 millones, de los cuales USD 7.677 millones son de capital.
  • En BOPREAL, USD 1.000 millones en noviembre de este año y USD 2.000 millones en el primer semestre de 2026.

En total, la carga supera los USD 20.000 millones. Con un préstamo de hasta USD 30.000 millones, el Gobierno podría cubrir la totalidad de esos vencimientos y al mismo tiempo reforzar las reservas del Banco Central, debilitadas por la salida de divisas y la volatilidad cambiaria.

Milei describió la estrategia con claridad: “Nosotros teníamos claro que este año iba a ser muy complicado y ya habíamos empezado a desarrollar estrategias para cubrir los pagos que tiene Argentina el año que viene”.

Expectativas en torno al viaje presidencial

El domingo, Milei viajará a Nueva York para asistir a la Asamblea General de la ONU y participar en la gala del Atlantic Council, donde recibirá el Global Citizen Award. El galardón será entregado por Bessent, el funcionario que concentra la decisión final sobre el uso del ESF. Entre los invitados a la ceremonia figuran también Kristalina Georgieva, del FMI, y Larry Fink, CEO de BlackRock.

En este escenario, las miradas estarán puestas en dos gestos: la foto del encuentro bilateral entre Trump y Milei y la eventual confirmación del crédito. Ambas señales buscan reforzar la posición política y financiera del Gobierno argentino frente a un año que se anticipa cargado de desafíos económicos y electorales.

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